La carrera formal por el 2023, que tiene como meta la sucesión, comenzó apenas se quebró el oficialismo provincial. La fractura pública que remeció todo el escenario político local cumplirá pronto dos meses y está lejos de revertirse. Si bien en las últimas semanas hubo algunas señales y gestos de que el conflicto podría menguar, no prosperaron. Al menos hasta ayer, el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo no habían retomado el diálogo.
El fracaso de las negociaciones por los 1.138 contratos dados de baja en la Legislatura el contexto de la pelea marcan un punto de inflexión.
Unos esperaban la renovación total de los contratos. Otros, que se ofreciera algo a cambio. Nada de eso sucedió. En la Cámara ofrecieron restituir un porcentual de puestos a los manzuristas. A cambio, en Muñecas y Sarmiento esperaban algún guiño del Ejecutivo como la restitución de algunos contratos que no se renovaron en la Casa de Gobierno y el código de descuento a la Mutualidad Provincial, que encabeza el legislador jaldista Daniel Deiana.
De acuerdo con protagonistas clave de ambos sectores, la consecuencia será que el conflicto recrudecerá en los próximos días.
Expectativa y estrategia
Los 14 legisladores manzuristas sostienen públicamente que en la Cámara no hubo una reestructuración por la escisión del bloque peronista sino un ajuste que sólo alcanzó al Lealtad Peronista. Reniegan porque argumentan que, a diferencia de los funcionarios de otros poderes, los parlamentarios fueron electos y consideran que tienen derecho a contar con los mismos recursos que otros miembros del cuerpo.
Trascendió que la reunión entre el vicegobernador y el presidente del grupo de trabajo, Sergio Mansilla, fue cordial, pero tensa. La consigna que habría llevado el parlamentario era dialogar y pedir la vuelta de todos los empleados. El intento fracasó, en la Casa de Gobierno ya planean un esquema de trabajo para que el desacuerdo no afecte la gobernabilidad. Como nadie cuenta con la mayoría simple, saben que cada ley que requieran tendrá que negociarse particularmente. Para sancionar una norma, se requiere un mínimo de 26 votos. Incluso Jaldo, que cuenta con 20 bancas, necesitará del voto de otros bloques para que una iniciativa prospere. Analizarán todas las alternativas para evitar depender del jaldismo y cuando se pueda, cubrirán las necesidades mediante el dictado de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU).
Entre los asuntos pendientes se encuentra el aval de varios convenios para obras que se firmaron con la Nación. No creen que la confrontación llegue a tanto como para que haya inconvenientes en el tratamiento de estos temas.
En el bloque se sorprendieron al enterarse de que se convocará a reunión de labor parlamentaria para que pueda concretarse una sesión la primera semana de mayo. La mayoría coincide en que los ánimos no están para sesionar. Si se llega al recinto, afirman que no se quedarán callados y que participarán para decirle a Jaldo “todo lo que Jaldo no querrá escuchar”.
Mientras, en el entorno del gobernador afirman que tiene pensado seguir recorriendo el interior y que se mantendrá enfocado en la gestión. Esperan visitas nacionales para esta semana. Llegaría la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, un área en la que el Gobierno pretende mejorar. Frederic había venido por última vez en marzo. Trascendió que la Nación viene siguiendo de cerca al ministro local, Claudio Maley, y que inclusive habría un ofrecimiento para que ocupara un puesto en la cartera federal. De acuerdo con varias fuentes, Manzur habría recibido varios llamados de la Casa Rosada por esta cuestión.
Movimientos y comisiones
En la Cámara están convencidos de que lo que sucedió con los contratos era lo más justo desde el punto de vista político. Insisten en que Manzur debería haber tenido un gesto si pretendía que se les restituyeran los empleados a sus legisladores. Los parlamentarios afines al vice hablan de que sufren una “persecución”. Si bien afirman que hasta el momento no hubo consecuencias institucionales, podría haberlas próximamente.
Lamentaron cómo recibieron esta semana en la Casa de Gobierno a los intendentes que se identifican con el jaldismo, Darío Monteros (Banda del Río Salí) y Aldo Salomón (Alderetes). Ambos concurrieron al acto en el que finalmente se firmó el convenio para las obras de las cloacas en esas ciudades. Cuentan que en un lugar privilegiado, cercano a Manzur, estuvieron los rivales políticos de ambos, Zacarías Khoder, Julio Silman y Sergio Venegas. En una entrevista con La Gaceta Play, Salomón recordó que él siempre apoyó a Manzur y a Jaldo, mientras que Silman y Venegas trabajaron políticamente con José López y con José Alperovich. “Hoy los veo como si fueran manzuristas de la primera hora. Hay oportunistas que aparecen para dividir al peronismo y sacar ventaja”, cuestionó.
Hay una frase que retumba en los pasillos parlamentarios: “esto no terminará bien”.
Jaldo sigue apostando al interior, recorriendo comunas y municipios y recibiendo a dirigentes en su despacho. El objetivo es no descuidar el territorio y sumar la mayor cantidad de adhesiones posibles, detallan en su entorno. También intentará que se retome el ritmo de trabajo que había en el cuerpo antes del conflicto. Según adelantan altas fuentes del Poder Legislativo, podría haber novedades esta semana sobre la conformación y presidencias de las 24 comisiones. Sobre todo, se pondría el foco en algunos grupos clave como Asuntos Constitucionales, Legislación General, Hacienda y Presupuesto o Seguridad, entre otros. Se habla de la posibilidad de “equilibrar” las integraciones y que esto podría derivar en quienes las encabeza, porque la elección depende de los miembros de cada una.
Juntos, no revueltos
El movimiento más trascendente que se dio en los últimos días en la oposición fue la reunión de los partidos que integraron Juntos por el Cambio (JpC) en las elecciones. Si bien la mesa política no quedó conformada aún, hubo un avance porque se firmó un documento de intención, porque hubo fotos y porque el encuentro se desarrolló en la sede del radicalismo, columna vertebral del armado opositor. Entre los presentes estuvieron el interventor de la UCR, José Argañaraz; el representante del Partido por la Justicia Social (PJS),Rodolfo Ocaranza, el presidente del PRO, Ramiro Beti; la referente de la Coalición Cívica, Sandra Manzone y el presidente de la Democracia Cristiana, Cristian Arias.
Trascendió que la carta inicial de cinco puntos que se había compartido entre los participantes mencionaba en el cuarto que estaban en contra de la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Algunos pidieron que no se incluyera explícitamente, pero sí se menciona que sus candidatos serán elegidos mediante “los mecanismos hoy vigentes”.
La intención es que en las próximas semanas haya una reunión de la que participen los parlamentarios nacionales y locales; los intendentes; los legisladores, los concejales y demás representantes del espacio.
El gran interrogante sigue siendo si el intendente Germán Alfaro integrará el frente electoral. Si bien su partido estuvo en la cita, aún no hay una definición. En el alfarismo charlan con todos los sectores del radicalismo, pero esperan que resuelva sus internas antes de inclinarse por una facción. En el Municipio creen que aún no están dadas las condiciones para que la mesa quede firme.